En el corazón del barrio de Salamanca de Madrid, La Commanderie de Burdeaux de Madrid, cerraba la temporada con un broche de Oro, y nunca mejor dicho. Vinos de Souternes y Barsac eran los protagonistas absolutos de la noche.
Fui una de las privilegiadas que pudieron degustar las maravillas enológicas y culinarias ,todo gracias a Miguel Ángel Martín (Enocata) que tuvo a bien invitarme a este gran y selecto evento.
El sofocante calor de Madrid con su calima, daba paso a la terraza del MOM Culinary Institute, Diego Guerra diseñó la cena. Barbacoas de todo tipo y un pulpeiro, hicieron las delicias de un público muy sorprendido por las capacidad de armonía que, pulpo, pollo y costillas de cerdo a la brasa, almejas, berberechos, y un largo etcétera, tenían con los Sauternes y los Barsac.
Javier Rodríguez Piera, anfitrión de la velada, Chancelier de la Commanderie presentó el acto, junto a Daniel de Busturia, Maître de Honor.
Cándido Blanco, representante de la empresa En Copa de Balón, fue nombrado Disciple de Burdeos, por su labor de difusión de la cultura y de los vinos de Burdeos.

Fuimos cautivamos por estos vinos, elegidos con mucho acierto, con dos añadas de cada Château: Château NAIRAC (Barsac) 2022 y 2004, Château de MALLE (Sauternes) 2022 y 2013, Château DOISY VEDRINES (Barsac) 2022 y 2013, Château SIGALAS RABAUD (Sauternes) 2022 y 2012, Château GUIRAUD (Sauternes) 2022 y 2016, Château SUDUIRAUT (Sauternes) 2022 y 2017 y Château LA TOUR BLANCHE (Sauternes) 2022 y 2009.
Enólogos, sumilleres, divulgadores, periodistas, amantes todos de los vinos y la gastronomía, se dispusieron a tomar buena nota de todo lo vivido esa noche, de todo lo experimentado.
Entre los asistentes estuvo la propietaria del Chàteau Sigalas Rabaud, con la que tuve el honor de charlar un rato. Laure de Lambert, expresaba su pasión por su Chàteau y por los vinos de Sauternes, por la emoción que despertaban los vinos, por las experiencias que en su bodega se podían sentir. Sauternes es una emoción me decía. Y con toda sinceridad, estoy totalmente de acuerdo.
Chàteau Sigalas Rabaud, Premier Cru Classé, fue creada en 1863 por Henri de Sigalas. Laure es la sexta generación que sigue luchando por que el Sauternes siga siendo ese vino licoroso tan especial y de una calidad excepcional. La Podredumbre Noble, esa enfermedad que lejos de ser un mal para la vid, se convierte en una verdadera bendición. Crea maravillas difícilmente imitables. Por desgracia es un vino poco accesible para el gran público. Hay vinos que deberían probarse, aunque fueran una vez en la vida, y creo que este es uno de ellos.
Vinos complejos, tonos dorados, con un volumen en boca amplio, con unos aromas a orejones, miel, melocotones en almíbar, jengibre, especies tostadas. Ese vino con un final largo … con una acidez que invita a seguir bebiendo y nunca cansa … elegante, que invita a tomarlo relajado y con calma, con sentir, haciendo una cata consciente en cada sorbo.
Es un vino que tengo que decir … es de los pocos que reconozco a ciegas …
Y sí, los Sauternes y los Barsac, pueden salir del queso y el paté, pueden acompañarse con todo o con casi todo, solo hay que saber elegir, con quién y donde.
Invito a que todo el mundo los pruebe, que experimente en una carta, que busque estas maravillas que por la calidad-precio que realmente tienen, son joyas. Tenemos que sentir que nos llevamos una experiencia sensorial, donde el vino acaricia el paladar y nuestras almas.
Así los dorados de los Sauternes y Barsac refulgieron en la noche madrileña.
Autor: Susana Herranz Pérez
info@vidyvida.com
www.vidyvida.com
629 23 13 91
Fui una de las privilegiadas que pudieron degustar las maravillas enológicas y culinarias ,todo gracias a Miguel Ángel Martín (Enocata) que tuvo a bien invitarme a este gran y selecto evento.
El sofocante calor de Madrid con su calima, daba paso a la terraza del MOM Culinary Institute, Diego Guerra diseñó la cena. Barbacoas de todo tipo y un pulpeiro, hicieron las delicias de un público muy sorprendido por las capacidad de armonía que, pulpo, pollo y costillas de cerdo a la brasa, almejas, berberechos, y un largo etcétera, tenían con los Sauternes y los Barsac.
Javier Rodríguez Piera, anfitrión de la velada, Chancelier de la Commanderie presentó el acto, junto a Daniel de Busturia, Maître de Honor.
Cándido Blanco, representante de la empresa En Copa de Balón, fue nombrado Disciple de Burdeos, por su labor de difusión de la cultura y de los vinos de Burdeos.

Fuimos cautivamos por estos vinos, elegidos con mucho acierto, con dos añadas de cada Château: Château NAIRAC (Barsac) 2022 y 2004, Château de MALLE (Sauternes) 2022 y 2013, Château DOISY VEDRINES (Barsac) 2022 y 2013, Château SIGALAS RABAUD (Sauternes) 2022 y 2012, Château GUIRAUD (Sauternes) 2022 y 2016, Château SUDUIRAUT (Sauternes) 2022 y 2017 y Château LA TOUR BLANCHE (Sauternes) 2022 y 2009.
Enólogos, sumilleres, divulgadores, periodistas, amantes todos de los vinos y la gastronomía, se dispusieron a tomar buena nota de todo lo vivido esa noche, de todo lo experimentado.
Entre los asistentes estuvo la propietaria del Chàteau Sigalas Rabaud, con la que tuve el honor de charlar un rato. Laure de Lambert, expresaba su pasión por su Chàteau y por los vinos de Sauternes, por la emoción que despertaban los vinos, por las experiencias que en su bodega se podían sentir. Sauternes es una emoción me decía. Y con toda sinceridad, estoy totalmente de acuerdo.
Chàteau Sigalas Rabaud, Premier Cru Classé, fue creada en 1863 por Henri de Sigalas. Laure es la sexta generación que sigue luchando por que el Sauternes siga siendo ese vino licoroso tan especial y de una calidad excepcional. La Podredumbre Noble, esa enfermedad que lejos de ser un mal para la vid, se convierte en una verdadera bendición. Crea maravillas difícilmente imitables. Por desgracia es un vino poco accesible para el gran público. Hay vinos que deberían probarse, aunque fueran una vez en la vida, y creo que este es uno de ellos.
Vinos complejos, tonos dorados, con un volumen en boca amplio, con unos aromas a orejones, miel, melocotones en almíbar, jengibre, especies tostadas. Ese vino con un final largo … con una acidez que invita a seguir bebiendo y nunca cansa … elegante, que invita a tomarlo relajado y con calma, con sentir, haciendo una cata consciente en cada sorbo.
Es un vino que tengo que decir … es de los pocos que reconozco a ciegas …
Y sí, los Sauternes y los Barsac, pueden salir del queso y el paté, pueden acompañarse con todo o con casi todo, solo hay que saber elegir, con quién y donde.
Invito a que todo el mundo los pruebe, que experimente en una carta, que busque estas maravillas que por la calidad-precio que realmente tienen, son joyas. Tenemos que sentir que nos llevamos una experiencia sensorial, donde el vino acaricia el paladar y nuestras almas.
Así los dorados de los Sauternes y Barsac refulgieron en la noche madrileña.
Autor: Susana Herranz Pérez
info@vidyvida.com
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629 23 13 91